Avances científicos han reivindicado la importancia de los pensamientos y la emociones en la salud humana. Cada vez más nos damos cuenta de la relación estrecha entre el cuerpo y la mente y sobre todo, día a día comprendemos el papel protagónico de la personas en su propia salud.


Esta tendencia a reconocer lo mental y lo emocional en el campo de la salud ha llevado a considerar nuevas estrategias para cambiar la cultura paternalista en la salud pública y privada. Es necesario replantearse el rol que tiene las personas como sujetos "pacientes" y pasivos que esperan obtener la salud como parte de una transacción comercial o de sus derechos sociales.

El autocuidado es una pieza clave en desarrollo de cada persona y una herramienta fundamental dentro de los procesos de recuperación física y de resiliencia, emocional y social. Más aún con el nuevo enfoque del autocuidado mental que vincula la dimensión intrasíquica dentro del espectro de los comportamientos saludables necesarios para el equilibrio del ser.

Vincular el autocuidado mental y emocional dentro de los servicios de bienestar es reconocer las capacidades físicas y mentales de la biología humana y su contribución a la salud.

En consecuencia, validar el poder de la participación activa las personas en su mejoramiento personal y sobre todo, validar su rol como corresponsables en su desarrollo físico, emocional y social.

Es menester sumar esfuerzos para articular a la oferta en salud ya existente esta perspectiva que le apuesta a la salud de manera integral. Que lejos de competir o de ser una amenaza de la integridad al campo de la salud, es un complemento en el conjunto de opciones que tiene la población para alcanzar su bienestar.


"Cada vez más nos damos cuenta de la relación estrecha entre el cuerpo y la mente y sobre todo, día a día comprendemos el papel protagónico de la personas en su propia salud"


Con el cuidado de no prometer falsas curas y con ello generar grandes decepciones, hoy en día es posible atender diversos asuntos de salud que anteriormente su única opción era la medicación.

Los trabajos de la autoterapia Ericksoniana, la reflexión existencial y espiritual, el Mindfulness y técnicas autógenas de trabajo mental han demostrado grandes resultados para la reducción del estrés, la mitigación del dolor, el mejoramiento de alergias, la depresión, la superación de traumas emocionales entre otros resultados.

Existe un poder en la biología humana capaz de afrontar con asertividad las propias dificultades físicas y emocionales, una magia orgánica creadora y reparadora de la misma vida. Dentro de cada persona reside una potencialidad de recuperación y de mejoramiento que ha demostrado ser asombrosa. Hoy, no solo es necesario reconocerla, ante un sistema de salud insuficiente y ante la constante mercantilización de la salud, sino urge creer menos en la pastilla y más en la gente.


"Existe un poder en la biología humana capaz de afrontar con asertividad las propias dificultades físicas y emocionales, y lo mejor, está a nuestro alcance."

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